Nuria Richart: “El teatro aficionado es un acto de generosidad máximo”
Atesora una experiencia de 23 años como profesora de teatro de la Escuela Municipal de Vva. del Pardillo, que ya son tablas. Lo suyo es un constante ejercicio de pasión y entrega. Hablamos con Nuria Richart Muñoz, madre, filóloga, actriz, directora de teatro y periodista, sobre sus inagotables inquietudes artísticas y las bondades del teatro aficionado.
Revista Marzo 2025

La Escuela cuenta con 40 alumnos. Hoy es martes y está a punto de comenzar la clase en el aula del CC Tamara Rojo. Toca ensayar “El cadáver del señor García”. Acaban de entrar al aula dos avezadas actrices. Maribel ya era alumna de la escuela antes de que llegara Nuria Richart, en 2002. Lo dejó unos años y después regresó. Aurora se apuntó en 2021: “Es muy buena profesora. Estuve en el mundo del teatro hace muchos años y ahora, con ella, he hecho cosas que ni conocía. Y me está enseñando a improvisar, que no sabía, porque en aquella época te limitabas a aprenderte el papel y decirlo. Estoy muy contenta de tenerla, la quiero mucho”. Aurora acaba de cobrar enteros para un papel protagonista. Bromas aparte, Nuria ha conocido a cientos de vecinos con dotes interpretativas en estas más de dos décadas. Hubo épocas con 60 y 70 alumnos. “Estoy encantada. Las dos tardes que vengo cada semana hago lo que más me gusta de la vida, que es el teatro”.
Pasarlo bien
Los alumnos se dividen en dos grupos, el de iniciación y el avanzado. “Hay muy buena materia prima -sonríe-. Intentamos avanzar sabiendo que la gente viene, sobre todo, a divertirse. Es una hora y media a la semana. Yo intento dar técnica teatral, improvisación e interpretación, pero ante todo tienen que disfrutar. Los alumnos descubren todo lo que tienen dentro y lo que pueden aportar. Sorprende cómo responden los más mayores a la hora de aprender los textos… La gente se pone las pilas”.
Intercambio generacional
“Algo que me gusta mucho a lo largo de todos estos años es que en los grupos la gente aprende a trabajar con otras generaciones. Lo que puede aportar un chaval a una persona mayor en un escenario es impresionante, es una maravilla. Ahora no solo trabajan mayores con mayores y jóvenes con jóvenes, como llegaba a pasar antes. El respeto y el buen ambiente de las clases es fundamental. Cuando acabamos echamos muchas risas, muchos coinciden en que se trata del mejor momento de la semana. Empiezas un poco a ser tú, sin miedo, que es algo que también nos pasa de niños. Yo siempre les digo a los alumnos que hay que hacer, sin mucha responsabilidad, pero hay que probar, hay que jugar… Y por ahí trabajamos en las clases”.


Teatro aficionado
A diferencia de lo que pueda suceder en el teatro profesional, “en el teatro aficionado todo es positivo” porque todo el mundo acepta voluntariamente las normas y se entrega de forma desinteresada. Richart es vicepresidenta de la Federación de Teatro Aficionado de Madrid. “Siempre digo que hay que poner en valor el teatro aficionado. Todas las horas que echamos… Montar una obra de teatro lleva muchísimo trabajo, es una labor muy fina, sobre todo la comedia, que se convierte en un auténtico trabajo de orfebrería. Y los actores trabajan con una dedicación increíble. A veces me preguntan por qué no me dedico al teatro profesional y digo que para mí es mucho más satisfactorio trabajar con personas que lo hacen porque quieren. El teatro aficionado es un acto de generosidad máximo”.

Canal de participación
“El teatro aficionado llega a pueblos donde no pueden permitirse contratar a Yllana. Y es un canal de participación increíble que une generaciones, que rescata gente que está metida en su casa y que te pone a prueba. Y ves que eres capaz de hacerlo. Además, pone en contacto a personas que no se conocían y que ahora, como es el caso, viajan juntas y han hecho pandilla”.
Improvisar
Se formó en el Laboratorio de William Layton, actor y profesor estadounidense afincado en Madrid cuya técnica se relaciona un poco con el método Stanislavski. Como amante de la investigación sobre el teatro, Nuria continuó formándose y exploró nuevas técnicas. “Todo suma. Lo que enseño en mis clases es improvisación canadiense y de Chicago que, básicamente, es ponerte a prueba en el aquí y el ahora, fomentar la escucha, la diversión, el no pensar y el quitar bloqueos. Que el actor esté vivo y creativo en el escenario. Creo que el actor no se debe a una técnica como si fuera una religión, sino se debe a lo que le funciona y le ayuda. A mí la interpretación me ha servido, por ejemplo, para trabajar la positividad. Hay técnicas teatrales que trabajan más desde el conflicto, en cambio aquí trabajamos más desde el sí, desde la aceptación. Aceptar cómo es la vida creo que también da mucha paz”. Quizá muchos debamos apuntarnos. “En el teatro tienes que ser muy responsable porque no solo actúas tú. Es un engranaje y si no funciona bien una pieza, todo se cae. Siempre intento quitar responsabilidad a los actores porque lo peor que te puede pasar en un escenario es quedarte bloqueado. Les digo: no busquemos más el personaje, el personaje ya llegó, ya eres tú. Una vez que los actores lo asumen, todo empieza a fluir de otra forma”.

Polifacética
Tras acabar la carrera de Filología Hispánica, hizo el CAP para ser docente y dio clases de español para extranjeros. Como siempre le gustó la comunicación, realizó un curso de periodismo audiovisual y comenzó a trabajar en los medios. Ahora es responsable de Cultura en Libertad Digital y conduce los podcasts “Economía para quedarte sin amigos” y “Desmemoria histórica”.
“Nadie sabe lo que dice”
La Asociación sin ánimo de lucro “Nadie sabe lo que dice” nació para que las obras representadas en el Pardillo pudieran tener recorrido fuera de la localidad. Esta compañía de teatro aficionado ha puesto en escena obras como `Cuatro mujeres que se ríen de todo´, en la que Nuria dirigía e interpretaba, y ahora prepara el regreso de `Los figurantes´. Han actuado en teatros de Castilla y León y en varias salas, centros culturales y hospitales de Madrid. “Además hemos conseguido premios, que es muy gratificante”. Marzo se presenta intenso porque la Escuela de Teatro vuelve a participar en la Semana de la Mujer que organiza el Ayto. El mes arranca con el “Microteatro en las Aulas”, y días después (6 de marzo) llegan la gala de los Premios Mujer 2025 y `El cadáver del señor García´ (8 de marzo).




